Seguro que te incomoda ese sentirte insegur@ acerca de tus capacidades, habilidades y lo poco que te llegas a valorar. Te preguntas por qué esas dudas constantes y esa dificultad y poca confianza en ti mism@ para tomar decisiones.

Y, en ocasiones, esa voz interior negativa que constantemente te dice que no haces las cosas bien, que siempre te equivocas o que no eres lo suficientemente buen@, lo que te lleva a evitar desafíos o situaciones en las que puedas cometer errores y sentirte expuest@ o ser juzgad@.

Tiendes a compararte con los demás, pero no para valorar lo tuyo positivo, sino más bien para atormentarte con aquellas carencias que crees que tienes y ello te hace sentir inferior e insuficiente en comparación con los demás.

Pues bien, todo ello podría ser señal de que necesitas equilibrar tu autoestima.

Pero… empecemos por explicar qué es la autoestima.

 

¿QUÉ ES LA AUTOESTIMA?

Se trata de la forma en que te ves, es decir, como te valoras y te sientes acerca de ti mism@. Cómo aprecias tus propias características personales. Y esta forma de verte va fluctuando a lo largo del tiempo según las situaciones por las que pasas, las experiencias de la vida, las relaciones sociales, tus creencias, tus pensamientos, tus logros… Todo ello va moldeando esta forma que tienes de verte y eso influencia en tu bienestar.

Algunas veces puedes ser capaz de observar y valorar las cosas que se te dan bien, las cosas por las cuáles puedes destacar, teniendo en cuenta esas características que son debilidades en tí, pero sin que les des la importancia que lleguen a ser un obstáculo en tu vida. Incluso, en ocasiones, puedes transformarlas de tal manera que les das una perspectiva diferente minimizando el impacto. Otras veces, estas debilidades tienen un gran peso en ti, actuando como una pared opaca que oculta tus cualidades y fortalezas, no permitiéndote poder verlas con claridad y haciendo que te centres en estas carencias. 

 

COMO MEJORAR Y EQUILIBRAR TU AUTOESTIMA

La clave para tener una autoestima equilibrada y sana se encuentra en tener una percepción de ti mism@ ponderada y realista y ello implica aceptarte y valorarte, reconocer tus cualidades, fortalezas y logros, así como aceptar tus imperfecciones y aprender de tus dificultades.

Todo ello requiere de tiempo y esfuerzo y, lo más importante conocerte a ti mism@. Conocerte más a ti mism@ significa:

1) Identificar tus habilidades.

Apreciar tus habilidades, aquello que se te da bien, así como reconocer esas áreas en las que te favorecerá mejorar.

2) Aceptar aquellas imperfecciones o debilidades propias.

Tomar como parte de ti esas imperfecciones, que no puedes cambiar, buscando otra perspectiva. Buscar cómo puedes integrarlas en tu persona de tal forma que no perjudique tus habilidades y que quizás le puedas encontrar una utilidad.

3) Reconocer las emociones.

Reconocer las emociones que experimentas y distinguir hasta qué punto las sientes de forma funcional y te ayudan a avanzar.

4) Observar como te tratas a ti mism@.

Analizar como es ese diálogo interno que mantienes contigo mism@, esas conversaciones que influyen en tus sentimientos, en la forma que ves las cosas y que guían tus acciones.

5) Identificar las creencias y pensamientos negativos.

Determinar esas creencias y pensamientos negativos distorsionados, esa autocrítica que dista de la realidad.

6) Comprender tu comportamiento.

Entender por qué haces lo que haces y que te lleva a tomar determinadas decisiones y a realizar ciertas acciones.

7) Reconocer tus miedos.

Definir esos miedos que te incapacitan, que te frenan y que no te permiten cambiar.

8) Considerar tus valores personales.

Reconocer tus valores personales, esas pautas que adecuas a tu estilo de vida, esas cosas que son importantes para ti, esos comportamientos que te motivan y rigen tus decisiones.

 

El autoconocimiento es el pilar principal de partida para equilibrar y mantener una sana autoestima. Implica reconocer y atender tus necesidades y prioridades, observándote y tratándote de forma compasiva, con comprensión y afecto, disminuyendo la autocrítica, encontrando aquello por lo que te puedes valorar y aceptando y comprendiendo tus limitaciones y debilidades, responsabilizándote de tus acciones.

 Y ahora que ya sabes por dónde empezar ¿cómo vas a conseguir fortalecer tu autoestima?

Puedes empezar marcándote pequeños objetivos que te acerquen a la meta final. Podrías comenzar por observarte en un aspecto concreto que no te guste, analizando qué te genera, qué te implica, como actúas ante éste, porque haces lo que haces… y, a partir de aquí, poder empezar a enfocarlo de forma más objetiva y útil.

En cualquier caso, si quieres que te ayude, puedes solicitar información en este formulario.

Soy Lídia Palou, psicóloga especializada en ayudar a personas que viven en un estado de constante alerta, viéndose arrastradas por pensamientos perturbadores, emociones difíciles y preocupaciones excesivas, impidiéndoles poder disfrutar en su vida de momentos de calma y tranquilidad.

www.lidiapalou.com

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